Queenstown es un hermosísimo pueblito que se encuentra rodeado de altas montañas en Nueva Zelanda, a la orilla del Lago Wakatipu. Es conocido como la «capital mundial de los deportes extremos», y es que existe una variedad infinita de actividades llenas de adrenalina que puedes realizar.
Sin embargo, si algo destaca en Queenstown, es la espectacular belleza natural que posee debida a su estratégica ubicación austral en la isla sur del país oceánico. No importa a donde voltees, tus sentidos quedarán maravillados con esa mágica combinación de montañas, agua, colores intensos y contrastantes, aire fresco, árboles enormes, gente amable y construcciones bonitas.
Estas son 13 cosas que sin duda debes hacer en este lugar:
1.Skyline Gondola
Se trata del teleférico panorámico más empinado del mundo, que luego de subir kilómetro y medio te deja en la cima de Bob’s Peak, uno de los puntos más altos del sitio. Las vistas que obtendrás son incomparables y necesarias.
La entrada cuesta 39 NZD.
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2. Luge
Estando en lo alto de Bob’s Peak, la aventura comienza. Ahí puedes subir a un carrito estilo Go Kart pero no motorizado, para jugar competencias a toda velocidad en sus curveadas pistas. Las vistas a las montañas y el lago le dan un plus. Los boletos para el Luge se compran desde abajo, en la taquilla, y las venden en paquete con la Góndola dependiendo del número de vueltas que desees dar en las pistas.
Nosotros compramos el paquete que incluía la Góndola y dos vueltas en el Luge, por 55 NZD, y debo decir que fue un ERROR. Nos quedamos con ganas de más y más vueltas pues es muy divertido.
3. Sentarse a la orilla del lago Wakatipu a tener un momento de paz y tranquilidad
Presenciar el atardecer sentado a la orilla del río, tener una buena conversación y disfrutar de alguna cerveza o sidra local, se convierte en un momento inolvidable.
4. Recorrer el jardín botánico
Caminando por la orilla del lago hacia el lado contrario del muelle, se llega al jardín botánico, bonito espacio con grandes árboles, flores endémicas, fuentes y lindos caminos.
5. ¡Beber vino!
La región donde Queenstown se encuentra está llena de viñedos que producen sus propios vinos, mismos que puedes degustar en algunos locales en el centro de la ciudad. También puedes manejar unos 20 minutos hacia Gibbston para poder visitar los viñedos.
Sinceramente creo que no son tan buenos como los vinos chilenos, argentinos o mexicanos.
6. Conocer Glenorchy
Ir a Glenorchy, donde nace el lago Wakatipu, es un must. No tanto por el lugar en sí, pues es muy pequeño y la única atracción es la histórica cabaña junto al muelle, sino por el espectáculo que ofrece la carretera de Queenstown a Glenorchy.
Se encuentra a 45 minutos en carro, por lo que lo que realmente recomiendo es manejar en esa carretera y disfrutar. Las vistas son mejores de regreso que de ida.
7. Ver espectáculos callejeros
Entre el «perro que canta» al son de la guitarra, y el show cómico-mágico-musical que da el sueco Sven los domingos por la tarde, hay varios entretenimientos gratuitos que puedes disfrutar en la plaza central de Queenstown.
8. Ir a Wanaka
Este otro precioso lago de Nueva Zelanda está a 60 minutos manejando de Queenstown y bien vale visitarlo. Mientras el lago Wakatipu se encuentra rodeado de montañas más en forma de cañón – es decir – de una manera más estrecha, el lago Wanaka lo disfrutas con el agua de frente y las montañas saludando de lejos. Aprovecha para tomar un café en el pueblo que lleva su nombre.
9. Subirte al Nevis Swing
Si lo tuyo lo tuyo es la adrenalina, no puedes dejar de subirte al Nevis Swing, el columpio más largo y terrorífico del mundo. Sin decir más, aquí está un video.
11. Visitar Milford Sound
Una excursión de un día basta para conocer los espectaculares fiordos neozelandeses. Son aproximadamente 8 horas de carretera de ida y vuelta desde Queenstown para llegar, más entre 2-3 horas de un crucero en pleno fiordo. En este caso es mejor contratar un tour para que no tengas que preocuparte por el cansancio y puedas dormir en lugar de manejar.
Foto tomada de https://www.milford-sound.co.nz/
12. Explorar el Kiwi Birdlife Park
El kiwi es el ave nacional de Nueva Zelanda, misma que puedes conocer en el Kiwi Birdlife Park en pleno centro de Queenstown.
13. Caminar por el pueblito
No te puedes ir de Queenstown sin haberlo conocido a pie. Recorre sus bellas calles y descubre esos detalles por los que Nueva Zelanda es un país muy civilizado, lleno de gente amable, honesta y carismática.
¿Hambre?
NO TE PUEDES IR sin antes haber comido en Ferg Burger, las hamburguesas más sabrosas del mundo, como algunos dicen. La verdad es que sí es deliciosa, nos comimos un par. El restaurante es muy famoso, lo reconocerás en un instante pues está rodeado de turistas tomando fotografías, así como la larga fila de comensales para probar la «Ferg Deluxe», la especialidad de la casa. Sin embargo, tienen más de 20 tipos de hamburguesas que puedes elegir, todas preparadas con el pan que ellos hornean ahí mismo.
Es tanta la demanda de hamburguesas contra la poca oferta de lugares para sentarse dentro del restaurante, que la mayoría de los comensales compran su «burger» y se la comen en el muelle, junto al lago. Muy buena combinación al obtener placer para todos los sentidos.
Para dormir:
Si buscas algo más lleno de comodidades y tranquilidad a mayor precio: Kinross Cottages Boutique Vineyard Hotel.
Unas cabañitas hermosas, con cama ultra cómoda, ubicadas en medio de los viñedos Kinross, a 20 minutos del centro de Queenstown. El desayuno buffet es muy sabroso y muy buena atención. Lo mejor son las vistas.
Si buscas algo más céntrico y mochilero: Bumbles Backpackers.
Cabinas acogedoras con cama cómoda y baños compartidos. Perfecta ubicación en el centro, junto al lago. Todo queda caminando.
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