Acampar en el desierto Wadi Rum, en Jordania, ha sido sin duda una de las experiencias más emocionantes que hemos vivido. El cuartito que elegimos era muy pequeño y austero, la cama era cómoda, la cobija era fea y muy caliente, perfecta para las noches frías del desierto, la almohada era dura como una piedra y el baño era compartido con los demás huéspedes del campamento; nosotros decidimos no bañarnos. Solo había un par de conexiones en todo el campamento para poder cargar cámaras fotográficas y celulares, pues es muy claro a qué se va a un lugar como Wadi Rum: a conectarse con la naturaleza y consigo mismo.
El espectacular atardecer rojo, el cielo colmado de estrellas en completa oscuridad y el silencio fúnebre que reina en el desierto facilitan disfrutar de esa experiencia.
Llegar a Wadi Rum es posible en autobuses que salen desde Amman, al norte de Jordania, o desde Aqaba, al sur del país. También es posible rentar un automóvil y manejar con facilidad hasta el desierto. En ambos casos, sólo se puede llegar hasta el Visitor Center del lugar para encontrarse con los anfitriones de los campamentos, quienes en Jeeps y vehículos capaces de circular entre la espesa arena, te llevan a tu destino final.
Como nosotros aterrizamos en el Queen Alia International Airport, en Amman, optamos por la renta de un automóvil previamente reservado vía Internet. Dollar fue la empresa que nos proporcionó el servicio por 2300 pesos por 3 días, seguro incluido.
Manejar desde Amman hasta Wadi Rum es muy sencillo, pues saliendo del aeropuerto se viaja en línea recta durante 3 horas y media aproximadamente, hasta llegar a las inmediaciones del desierto y todos los anuncios de la carretera están en inglés. Sin embargo, contar con GPS en el automóvil y/o contratar un plan de datos para el celular, siempre facilita las cosas. Nosotros contratamos internet con la compañía Zain a un precio de 17 dinares jordanos por 7 megas y vigencia de 30 días, trámite que se realiza rápidamente dentro del aeropuerto, y no tuvimos ningún problema de navegación durante toda nuestra estancia en Jordania.
Nuestra elección de campamento fue con Salman Zwaedh a través de Booking (en este enlace te regalo un descuento de 15 dólares al reservar cualquier hotel), pues justamente como indican las calificaciones de los huéspedes, la ubicación es excelente, el trato de Salman y su equipo es muy amable, los alimentos son muy sabrosos, y el precio es accesible. La noche costó 570 pesos, cena incluida basada en la tradicional comida beduina, y lo único que costó extra fue el desayuno buffet de 8 dinares por persona.
Opciones hay muchas. Gran variedad de campamentos muy similares, con el mismo tipo de habitaciones y servicios, que oscilan entre los 350 y los 1500 pesos la noche, a excepción de un par de campamentos de lujo con tiendas muy elegantes, albercas y burbujas de cristal que permiten ver el cielo toda la noche desde la alcoba, cuyos precios rondan entre los 3500 y los 5000 pesos por noche. Lo digo de corazón, esos lujos son innecesarios.
Como parte de las actividades que se pueden realizar en el desierto y que Salman y los demás campamentos ofrecen, está el paseo en camello por 15 dinares por persona por 1 hora, paseo en Jeep por algunas de las mejores vistas de Wadi Rum, y rappel en algunas partes rocosas.
Sin duda, una experiencia que vale la pena vivir en Jordania y con una noche, o dos máximo, es suficiente.
Considera que como mexicano se requiere VISA para entrar al país, misma que se adquiere llegando al aeropuerto por 40 JOD.