¡Felicidades! Ese momento tan esperado llegó y finalmente tu novio te ha propuesto matrimonio. Ha sellado su amor con un bonito anillo en tu dedo. Ahora, ¿por dónde empezar a planear la gran boda?
Lo primero que deben hacer es establecer un presupuesto y con base en eso, considerar si les conviene más un jardín, un salón o… ¿nada?
Actualmente muchas parejas prefieren no meterse en líos para organizar una boda, y mejor dedican su presupuesto para tener una luna de miel más larga en algún exótico lugar del mundo, tras haber dado el “sí” en un juzgado civil o en una íntima reunión familiar para firmar el acta de matrimonio. Siempre es una gran opción, pues al final una boda durará unas horas y un viaje puede durar varias semanas, o meses.
Pero si lo tuyo es una boda tradicional, rodeada de amigos y familiares para jurarle amor eterno a tu chico frente al altar, la recomendación es la siguiente: organiza una boda destino.
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Las bodas destino son aquellas ceremonias que no se realizan en la misma ciudad en que vives. Tradicionalmente se realizan en playas, pero últimamente también se llevan a cabo en haciendas, ranchos o viñedos. Algunos de los destinos más populares son Cuernavaca, Acapulco, Puerto Vallarta, Cabo San Lucas, y los viñedos de Valle de Guadalupe y Querétaro.
El mayor beneficio de una boda de este tipo es que te evita enormes problemas a la hora de realizar la lista de invitados. Es decir, si tus invitados suman 100 personas y los de tu novio otros 100, pero su presupuesto nada más alcanza para 150 invitados, tienes que hacer un gran recorte de personas. Sin embargo, con una boda destino puedes invitar a todos y más, teniendo la confianza de que no todos irán.
La estadística aproximada indica que en las bodas destino no asiste un 40% del total de tus invitados. Sin embargo, tú quedaste bien al invitarlos a todos. Además, podrás tener tu boda en un romántico y hermoso lugar fuera de lo común. ¡Serás la envidia de todos!
Luego de seleccionar el lugar, el siguiente paso es decidir cómo se organizará la ceremonia: ustedes la organizan, contratan un wedding planner o contratan un paquete completo de servicios. Todas las opciones tienen beneficios, pero debes analizar bien qué es lo que más te conviene.
Contratar un wedding planner es la manera más cómoda de hacerlo. La persona que te ayude será la encarga de investigar, cotizar y presentarte todas las opciones que hay para cada paso de la ceremonia: iglesia, sacerdore, música, arreglos florales, la comida, los bocadillos… hasta puede ayudarte a elegir tu vestido.
Es cómodo, pero es la opción más cara, pues los wedding planners cobran un porcentaje del total del costo de tu boda, y te arriesgas a que todas las opciones que te presenten sean las más caras. El porcentaje es variable y debes apalabrarte con ellos antes de iniciar a trabajar.
Otra opción es contratar los servicios completos del lugar que hayas contratado para el evento. Generalmente te ofrecen todo para que no tengas que preocuparte por nada: renta del lugar, música, fotografía, comida, bebida, iluminación, etc. Así desde el principio ya tienes todo listo, pues serán otras personas las encargadas de tener todo listo el día de tu boda con base en tus gustos.
La desventaja es que esta clase de servicios no admiten que tu lleves otros proveedores para algún servicio específico. Por ejemplo, si una de tus mejores amigas tiene una tienda de cupcakes deliciosos, no puedes solicitarle sus servicios pues el salón o jardín contratará a su portafolio de proveedores para poner tu mesa de dulces. Al final tampoco tienes tanto control sobre los precios, pues es el lugar quien los establece.
La última opción es que tú te encargues de todo. La desventaja es que te toma mucho tiempo cuidar de todos los detalles, pero puedes organizar un calendario personal con fechas a lo largo de la planeación, para que todo salga perfecto al final. Luego del compromiso, todo el tiempo es valioso para aprovecharse en la planeación. La ventaja es económica principalmente, pues puedes contratar a tu amigo DJ, a tu primo que vende globos de Cantoya, y comparar cuántas veces quieras precios y calidades en todo lo que necesitas.
Por ejemplo, puedes contratar el servicio básico del DJ, es decir, música ilimitada, pantallas para proyectar videos e iluminación, e ir a comprar frente al Mercado de Sonora en la Ciudad de México todos los accesorios que se repartirán durante el baile: globos, sombreros, lentes, pulseras fosforescentes, bigotes, etc. Así tú puedes buscar con calma todo lo que quieras hasta que estés completamente convencida y los precios te satisfagan.
Dos de las cosas más importantes son, tu vestido de novia y enviar un save the date a tus invitados. Algunas casas de vestidos de novia piden que compres tu vestido ¡hasta un año antes! o no lo tendrán listo para el gran día. Depende a donde vayas, pero en general es muy importante tener el vestido con suficiente tiempo para que te quites el principal pendiente de encima y puedas ajustarlo las veces que sea necesario.
Enviar el save the date es importante pues así tus amigos y familiares ya sabrán qué día es tu boda y pueden también comenzar a planear. Actualmente puedes hacerlo vía correo electrónico, Facebook o algunas páginas especializadas en bodas, sin costo alguno. Lo importante es que ellos sepan qué fecha es el gran día, independientemente del día en que les entregues oficialmente la invitación impresa.
Una vez más, ¡felicidades! Estas pocas palabras son para orientarte, pero solo viviéndolo te darás cuenta de lo complicado y divertido que puede ser planear una boda. Al final, lo único que importa es que, con fallas o no, tú y tu esposo disfruten al máximo el mejor día de sus vidas.
Publicado también en Voy & Vengo.
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